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Me parece genial.
Edu
Tenía dos asuntos para escribir: la actitud de los empresarios o la agudización del conflicto con Colombia.
Sobre el primero, que lo postergo, puedo adelantar que veinticinco años de neoliberalismo criollo han deformado valores y conceptos, a tal punto que los empresarios han retrocedido a la época anterior al Código del Trabajo de 1938 y prefieren una verdadera “neoesclavitud” al bienestar de los trabajadores. Quedo por demostrarlo.
El otro es un tema urgente. Porque el gobierno colombiano insiste en sus provocaciones. Y algunos “analistas” ecuatorianos caen en el engaño por desconocimiento histórico, mala fe o puro interés político.Que la CIA sigue actuando en América Latina no es una paranoia izquierdista ni una imaginaria “conspiración” de la vieja guerra fría.
Si el presidente Rafael Correa lo ha dicho es porque tiene fundamentos. El propósito de la CIA es actuar por los intereses norteamericanos, junto con todas las otras instituciones de defensa. En las estrategias continentales se incluyen adiestramientos, cursos, maniobras militares conjuntas, “intercambio” de información e inteligencia.
"‘Analistas’ nuestros caen en el engaño por desconocimiento histórico o mala fe"
Las “acciones encubiertas” utilizan personas, infiltran gobiernos, partidos u organizaciones sociales. Están ampliamente documentadas esas actividades que van desde la desestabilización hasta los asesinatos selectivos.Con las resoluciones del Grupo de Río y de la OEA a favor del Ecuador, perdieron las tesis del gobierno de Álvaro Uribe apoyadas por los Estados Unidos.
De manera que persistir en provocaciones tiene un triple propósito: reposicionar a Colombia, martillar sobre el gobierno ecuatoriano hasta “doblegarlo” al Plan Colombia y retomar la iniciativa de “continentalización” de los intereses norteamericanos.
Y este tercer punto es crucial, porque Brasil ha planteado crear un Consejo de Seguridad Sudamericano y exige a Estados Unidos “mantenerse al margen”; Venezuela persiste en el ALBA y en la creación del Banco del Sur para reemplazar al FMI; Bolivia y Argentina se alinean por iguales caminos; y, para colmo, Rafael Correa ofrece terminar con la base de Manta, concluir las “colaboraciones” militares con los EE.UU. y crear una Organización de Estados Latinoamericanos.
Demasiadas iniciativas latinoamericanas como para dejar en “paz” a la región.En la frontera con Colombia han muerto civiles y militares ecuatorianos. Esto sirve para recordar que en 1995 un grupo de la Coordinadora Guerrillera asaltó un puesto fluvial venezolano provocando la muerte de ocho marinos. Entonces el presidente Rafael Caldera invocó el “derecho a la legítima defensa” de su país para perseguir a guerrilleros incluso sobre el territorio colombiano. Colombia lo rechazó.
El Ecuador podría emular a Caldera y bombardear cualquier territorio colombiano, porque las amenazas no solo están en la frontera, sino que provienen del narcotráfico, la delincuencia común y la parapolítica. ¿Qué reacción tendría Colombia? Un mínimo de sensatez exige ver que el Ecuador es un país amenazado y que requiere coordinar una estrategia de defensa sudamericana.