La Prensa Y Los Temas Polémicos En La Carta Magna

El día viernes pasado esperando el autobús que me lleva todos los días a casa me detuve, como lo hago habitualmente, a leer los titulares de los periódicos en el kiosco fuera de la Universidad. Llamó mi atención uno de los titulares de los matutinos sobre todo. En la primera plana de “El Universo” decía: “Correa: El nombre de Dios no debe estar en la Constitución”.

Al leer eso recordé las declaraciones vertidas por el presidente el día anterior ante una manifestación de Indígenas Cristianos, acerca de temas “polémicos” como el aborto, el matrimonio entre homosexuales, y el nombre de Dios en la constitución.

El presidente se pronunció de manera categórica en contra del aborto, a favor de reconocer una unión legal de los homosexuales, sin llegar al matrimonio y, afirmando que es un católico practicante, en desacuerdo con poner el nombre de Dios en la constitución, debido a que el Ecuador es un estado laico en donde se debe respetar la libertad religiosa.

Esto me hizo recordar la labor realizada por la “prensa” ecuatoriana en el último mes a raíz de la masacre llevada a cabo en nuestro territorio por parte del gobierno de Uribe. La prensa del Ecuador en vez de mostrarse objetiva en su forma de comunicar hizo a los ecuatorianos dudar si la posición adoptada por el Gobierno era la correcta. En algunos medios de comunicación se llegó a decir que el Presidente exageraba en sus reclamos y muy pocos fueron los medios que aplaudieron la posición soberana del Gobierno que representa la opinión de la mayoría de los ciudadanos.

Después de esto me pude dar cuenta de que los sectores representados por los "medios de comunicación" prefieren salvaguardar sus intereses antes que velar por el interés de la nación. Con los gobiernos neoliberales la prensa en pocas ocasiones asumió el papel de victima que esta asumiendo con el Gobierno socialista de Rafael Correa, haciendo creer al pueblo que vivimos es un estado donde no se respeta la libertad de expresión. Me pregunto, cuántos de los llamados "periodistas" o "comunicadores" han estado presos en este régimen o se han visto coartados de su libertad de expresión, la respuesta la sabemos todos los ciudadanos. La prensa ecuatoriana no entiende todavía que la libertad de expresión no es solo para los que "informan", sino también para los ciudadanos que no compartimos su forma de "informar".

“Superado” el incidente con Colombia, la prensa sui generis ecuatoriana esta generando polémica junto a los grupos de derecha entorno a la Asamblea Nacional Constituyente y los temas a ser debatidos. Se ha hablado en estos días acerca de si la Constitución debe despenalizar el aborto, aceptar el matrimonio entre homosexuales e incluir el nombre de Dios en el preámbulo.

La Real Academia de Española de la Lengua define a constitución como: “Ley fundamental de un Estado que define el régimen básico de los derechos y libertades de los ciudadanos y los poderes e instituciones de la organización política”. Después de entender esa definición me pregunto si es pertinente que los temas como el aborto y la unión legal entre personas del mismo sexo se incluyan en una carta magna. Estos temas deberían ser tratados en los futuros códigos de leyes, mientras que en la constitución deberían constar garantías que respeten la vida y la libertad en todas sus formas.

Durante la historia republicana de nuestro país todas las constituciones han invocado a Dios en su preámbulo y en la mayoría de países latinoamericanos ocurre lo mismo. Preguntémonos si incluir a Dios en la constitución va a disminuir la pobreza, generar más igualdad o traer a los compatriotas que tuvieron que salir del país. Cristianos o no cristianos, mayorías y minorías debemos tener en cuenta que vivimos en un estado laico en el cual se debe garantizar la libertad de religión y de pensamiento.

La prensa ecuatoriana que poco ha a portado con propuestas para el debate en la Asamblea una vez más desorienta al ciudadano y lo hace centrar su atención en temas que no competen a una Constitución olvidando el debate y reflexión sobre aquellos de verdadera importancia para el bienestar del país.

Gustavo Cuesta Rugel